Las tasas de aceptación y rechazo se expresan en porcentajes y reflejan la relación entre el número de artículos enviados a una revista y aquellos que finalmente son aceptados. Estas tasas son un indicador que hay que tener en cuenta a la hora de seleccionar la revista en la que publicar nuestro trabajo, especialmente si nuestro aporte es de alta calidad y está dispuesto a competir con los mejores estudios e investigaciones. Por ello, no hay que evitar las revistas con altas tasas de rechazo ya que éstas representan, sin duda, las publicaciones de mayor prestigio y excelencia. Las publicaciones de alto impacto son, por lógica, las que más trabajos reciben porque todo investigador de prestigio quiere difundir sus trabajos en las revistas de mayor visibilidad, difusión e impacto en la comunidad científica y que, en consecuencia, son las más reconocidas por las agencias de acreditación de la investigación en todos los países. Un 20% de las revistas que se editan actualmente reciben un 80% de los trabajos, número que aumenta en Ciencias Sociales donde las revistas presentes en las bases de datos más prestigiosas internacionalmente (JCR o Scopus) son menos. Este hecho conlleva tasas de rechazo altas, llegando a arrojar, en algunos casos, un índice en torno al 90-95%.
No obstante, aunque nuestro artículo pueda ser rechazado estimando dicha proporción, hay que tener en cuenta que las buenas revistas son transparentes y rápidas, pudiendo los textos, incorporando las mejoras propuestas, continuar su peregrinaje por otras revistas sin que se caduquen sus estudios. Se recomienda, además, si se da el temido rechazo, no replicar con la revista, pues en muchas ocasiones no se está poniendo en entredicho el valor del artículo sino que, como se ha comentado más arriba, es una cuestión estructural, de porcentajes, solo se puede publicar un 5% o 10% de los trabajos recibidos. Por lo que es más razonable y positivo optar por otra publicación de las casi 30.000 revistas que existen en estos índices de prestigio
Por lo tanto, si tomamos en consideración las tasas de aceptación y rechazo para la elección de la publicación a la que enviar un artículo, se debería valorar no solo en términos probabilísticos sino como un indicador de su impacto donde los trabajos que aparecen han tenido una competencia mucho mayor y están estrictamente seleccionados, frente a aquellas revistas con unas tasas de rechazo muy bajas, donde se puede decir que se acepta casi todo lo que llega, con el consiguiente descrédito para los artículos publicados.
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