La publicación de un artículo en una revista científica requiere cumplir una serie de exigencias estandarizadas. Si bien cada publicación tiene sus propias normas, y por ello es muy importante leerlas en cada caso y familiarizarse con los procedimientos de la revista que hemos seleccionado, hay parámetros comunes para la aceptación de un texto:

  • Relevancia, significatividad y veracidad.
  • Contribución a un campo del saber, desde una perspectiva individual o colectiva, original e inédita.
  • Anonimización del manuscrito

La calidad de la revista estriba en gestionar esos parámetros, es decir garantizar la relevancia y la originalidad de lo que en ella se difunde. Por ello, para que un artículo tenga posibilidades de ser publicado es fundamental no descuidar estos aspectos.

anonimoLa relevancia y significatividad viene determinada por una revisión exhaustiva de la literatura. Ello permite posicionar y delimitar el objeto de estudio y la contribución específica, anclándola, sistematizándola, de manera que se visibilice lo que se aporta. Tanto si es una investigación que genera datos y resultados significativos, como si se presentan otros que pueden complementar o contradecir los ya existentes, o se muestran logros desde otras perspectivas, el grado de relevancia de cada aportación varía según el ámbito o área disciplinar. En cuanto a la veracidad de lo que se comunica, la información no puede estar sesgada, ni falseada, en aras de la autenticidad de los datos. Las revistas miden y valoran esto mediante la revisión por pares, expertos del campo, que conocedores de la materia pueden evaluar el trabajo, centrándose en la solidez de las argumentaciones y resultados y en los avances que se sustentan.

La originalidad del trabajo va muy unida a lo anterior. Especialmente en este tiempo caracterizado por la «hiperinformación» y la difusión sin límites. Con frecuencia se trastocan los cánones de autoría y se incurre en el plagio por una interpretación errónea de lo que puede significar la imitatio renacentista. CrossEl plagio es un problema de nuestra ciencia hoy y las revistas se cuidan mucho de ello, incorporando a sus sistemas detectores de los textos plagiados.

En este sentido, los artículos científicos, que han de ser originales e inéditos, no pueden incorporar fragmentos de otros autores, salvo las citas o referencias que debidamente se consignen, pues se incurriría en plagio. Un trabajo ya publicado por el propio autor o autores en otra revista, se considera poco ético, y en consecuencia, es también una forma de plagio, esta vez denominado autoplagio.

Para que la revisión de los manuscritos sea independiente y objetiva las revistas seleccionan investigadores de prestigio en el área, y se procede a la revisión ciega, lo que supone una garantía en la evaluación, aceptación o rechazo de los manuscritos. Según se recoge en el Manual of the American Psychological Association, Sixth Edition «el proceso de revisión de APA es anónimo en ambas direcciones ya que las identidades de los revisores tampoco se revelan a los autores, a menos que el revisor esté de acuerdo en hacerlo». Por ello es indispensable que la autoría se anonimice  Los autores, en consecuencia deben ocultar cualquier indicativo de su autoría:

  • Comprobar que no aparece el nombre en el texto ni en las propiedades del documento.

anonimoword

  • Incluir XXXXX ocultando apellidos, inicial, e incluso los datos del trabajo.
  • Suprimir las citas, agradecimientos, referencias que puedan visibilizar la autoría especificando con la etiqueta *anonimización.

El progreso científico se construye sobre la base de la verdad y la ética. Un buen trabajo merece difundirse en un buen artículo que gestione responsablemente su contribución al ámbito de estudio en el que desea medirse.

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