Un texto académico es la exposición argumentada de datos e ideas de manera lógica y ordenada con una intencionalidad habitualmente expositiva, persuasiva y pedagógica. Es decir, son las ideas las que estructuran el texto, y a su vez están representadas por los párrafos que desarrollan cada concepto a través de un conjunto de frases donde se explica, contextualiza, en definitiva, se profundiza en cada concepto. Un buen texto se caracteriza porque contiene buenas ideas y datos y además los presenta de manera adecuada. Por tanto, todo lo que trabajemos en la calidad compositiva de nuestros párrafos redundará beneficiosamente en la calidad del texto. En este post se dan tres consejos simples pero con una gran carga de significado para mejorar la calidad de los párrafos.

  1. Subraya en negrita los términos sustanciales. Cada párrafo representa una idea sustancial en el contexto del documento. Un truco para visualizar estas ideas es subrayar en negro los términos “con peso”. De tal forma que podemos apreciar en cada párrafo la carga de significado que contiene. Un párrafo con muchas palabras subrayadas indicaría una alta densidad de conceptos importantes, lo que quizás signifique que ese párrafo tiene dos o más ideas, por lo que debería ser subdividido en dos o más párrafos. Por el contrario, si después de señalar en negrita el texto nos encontramos con párrafos que no poseen palabras en destacadas, probablemente estemos ante un párrafo que apenas aporta algo nuevo al documento, por lo que debería ser eliminado. Lógicamente, antes de hacer público el trabajo, debemos eliminar las palabras en negrita.
  2. Comprueba la conexión entre el párrafo primero y el anterior. Los párrafos representan ideas y estas ideas deben estar relacionadas unas con otras en el desarrollo natural de la lectura del párrafo. Es por ello que se tiene que comprobar que existe una relación lógica para el lector entre la sucesión de párrafos. Si aun existiendo una relación no es del todo evidente para el lector, un truco es conectar la última frase del párrafo con el siguiente o al revés, hacer que la primera frase de un párrafo conecte con el párrafo anterior. Lo habitual es que el desarrollo de las ideas vaya desde lo más general a lo más específico.
  3. Estudia el tamaño de los párrafos. Seguimos insistiendo en que las ideas están representadas en los párrafos, un párrafo una idea. El tamaño de los párrafos es un fiel reflejo de la profundidad con la que se desarrollan las ideas en el texto. Por ello, se recomienda que para tener un texto equilibrado todas las ideas se desarrollen con la misma profundidad, por tanto, tener párrafos similares en cuanto al tamaño es fiel reflejo de un texto equilibrado. Por otra parte, cuando nos encontramos párrafos muy abultados quizás nos estemos encontrando con dos escenarios, el primero sería aquel en el que estamos desarrollando una idea de forma excesiva y el otro em de un párrafo en el que se presentan dos o más ideas diferentes, por lo que el texto debería subdividirse en dos o más párrafos.

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