La edición de una revista científica implica un compromiso de rigor y trasparencia por parte de su consejo editor. Su responsabilidad y sus competencias permiten liderar y conformar un equipo que pueda desempeñar las diferentes tareas asociadas a la edición. Junto a ello, y como garantía de su papel en la gestión del campo científico en el que se inscribe la revista, es importante contar con personas con reconocida experiencia investigadora y prestigio en el ámbito académico. Por ello contar con consejos científicos de calidad es clave para el éxito de la revista. Además de un consejo de revisores responsable de la evaluación ciega de los trabajos y por tanto filtro máximo de la calidad de la publicación, junto a un equipo técnico y de apoyo en las publicaciones (Equipo Informático, Equipo de Redes Sociales, Equipo de Visibilidad Científica e Indexaciones, Consejo Técnico de Redacción Estilística, Consejo de Traducciones, Gestión Comercial, Logística… ).
La consideración de si la publicación es o no científica y de impacto depende del cumplimiento de una serie de requisitos o estándares de calidad, que determinadas bases de datos y agencias de evaluación acreditadas chequean para estimar y clasificar proporcionando un estatus definido en un ranking. Básicamente se mide la originalidad y el rigor de los contenidos científicos que se difunden, y la visibilidad y el impacto de los trabajos publicados en el ámbito científico.
Para que la revista sea referente en su campo es primordial el rigor en la difusión de conocimiento, la puntualidad y periodicidad. A todo ello hay que añadir un formato dinámico, actual, accesible, abierto y digital. Un formato atractivo, que partiendo de las posibilidades que la tecnología y el contexto digital brindan: web, gestor de manuscritos, facilite y potencie la difusión y lectura, en distintos formatos digitales (ePub, pdf, html y xml), además de la cuidada impresión en papel, si se tienen ambas opciones.
Finalmente, el tema o focus de la revista es su principal seña de identidad. Por ello debe delimitarse de forma precisa estableciendo las líneas temáticas a las que deben dirigirse los trabajos que se envían. Estas líneas deben estar visibles especificándose sus distintas concreciones, estableciéndose los tipos de aportaciones: investigaciones, revisiones … en las que se pueden presentar los manuscritos.
Una revista científica de calidad debe contemplar con la claridad y concreción las normas que delimitan su estructura y ámbito, así como las claves de su compromiso ético. Las normas y procedimientos de la revista garantizan la consideración, atención y respeto al esfuerzo, la dedicación y la profesionalidad de los autores que deciden enviar un trabajo.