Una revista científica es un canal de divulgación de resultados de investigación. Cada vez más y, a pesar de la discusión de si son o no un buen medio para la difusión y transferencia del conocimiento frente al modelo clásico del libro, se han convertido en el espacio por excelencia para hacer ciencia y compartirla.
Sin desacreditar ni desestimar el valor incalculable de los libros, especialmente para las Ciencias Sociales donde no hay tanta costumbre, los textos que se publican en las revistas son hoy por hoy la muestra de los avances en cualquier disciplina. El valor añadido de la revista científica estriba, fundamentalmente, en la garantía de que los textos, previo a su publicación, pasan por un complejo sistema de evaluación de personas expertas en el que campo, que confieren a los artículos la validez y autenticación de su solidez y aportación al ámbito de estudio.
En la actualidad hay muchas revistas profesionales, académicas y científicas. Si embargo no todas ellas se consideran como revistas de impacto o de nivel. Llegar a esta consideración supone que la publicación cumple con los requisitos que bases de datos y agencias de evaluación acreditadas han estimado, otorgándole a la revista en cuestión un estatus definido en un ranking. Estos estándares de calidad son los que hacen posible que quienes investigan y quieren publicar para el reconocimiento de sus méritos y hallazgos de investigación se decidan por una u otra revista. Y de manera recurrente, la revista en cumplimiento de sus propios criterios de calidad necesita de buenas publicaciones y autorías.
Si queremos que nuestra revista sea referente en el campo en el que trabajamos es importante que apostemos por el rigor en la difusión de conocimiento, la puntualidad, la periodicidad, y un aspecto dinámico, actual, accesible, abierto y digital. De manera muy específica recomendamos que la revista tenga un formato atractivo, de cara a su difusión y lectura, aprovechando las posibilidades que la tecnología y el contexto digital brindan hoy día: web, gestor de manuscritos. En este sentido, la información debe ser accesible y visible en distintos formatos digitales (ePub, pdf, html y xml), además de la cuidada impresión en papel, si se tienen ambas opciones. Todo esto es indicativo del cuidado y la preocupación por la maquetación y el proceso editorial.
Una revista científica ha de preocuparse por la selección y revisión de los artículos que le llegan. Por ello conviene tener especial cuidado con la claridad y concreción de las normas de la revista, establecer las claves de su compromiso ético y apostar por el rigor en la valoración objetiva y concienzuda de los expertos o peer review. El interés por la calidad de contenidos, la evaluación de los métodos empleados, la comprobación de datos, y el estilo de la redacción son, entre otros, indicadores del progreso de una revista científica. Además del rigor editorial, que se hace patente en la puntualidad de cada una de las fases de la publicación, lo que a su vez es reflejo de su respeto a quienes les han confiado sus trabajos, independientemente de que estos sean o no admitidos.
El equipo humano que sustenta la publicación es otro de los aspectos clave. Por ello es también recomendable contar con un Consejo Editorial, Comité Científico, Consejo Internacional de Revisores Científicos, Consejo de Redacción, y Consejo Técnico de los que formen parte personas acreditadas y reconocidas en el mundo académico. La experiencia en cada campo y las distintas habilidades pueden garantizar la consolidación y el progreso de la revista siempre que se busque la excelencia, el rigor y el compromiso por encima de endogamias u otros criterios no científicos.
Otro indicador que facilita la visibilidad de los contenidos, la repercusión y el impacto está muy ligado en la actualidad al uso de redes sociales académicas, como AcademiaEdu o ResearchGate y otras más divulgativas, como Facebook y Twitter, gestores documentales como Mendeley, RefWorks y EndNote, o canales de vídeo e imágenes, como YouTube o Weibo. Y también a la promoción de la revista en congresos y cursos, y la política de Call actuales. El sistema de Calls garantiza el tratamiento de los temas o vetas del saber presentados por coordinadores temáticos expertos que atraen las investigaciones más potentes y actuales, que tiene posibilidad de ser referente y, por tanto, de que puedan ser citados.
Finalmente, los objetivos y mecanismos para la calidad de una revista dependerán de las personas que trabajan en ella y las metas que se propongan. Que una revista sea elegida por un autor o autora es la clave de todo el proceso. Para Comunicar, es muy importante la confianza depositada por quienes envían trabajos inéditos y originales. Por ello, otro de los aspectos que considera de relevancia es la garantía de la mayor visibilidad posible, la identificación de la autoría con máximo rigor, la información actualizada respecto a las citas recibidas por otros autores, y las métricas de impacto del manuscrito.