Competencias de un buen editor

https://doi.org/10.3916/club-de-editores-033

El editor de una revista científica es una figura clave para el éxito de la misma. El nivel de exigencia, su responsabilidad y la capacidad de liderar son determinantes para conformar un equipo que pueda afrontar las diferentes tareas asociadas a la edición. Además, es importante su experiencia investigadora y su prestigio en el ámbito académico, porque su papel como gestor de ciencia debe estar avalado por la credibilidad en el campo. A esto ha de sumarse el compromiso ético y la transparencia en la administración del proceso de edición.

La edición de una revista de calidad implica consideraciones muy variadas en las que se requiere, fundamentalmente, de rigor, estructura, colaboración y transparencia. Rigor en cuanto a los contenidos y lo que ello implica como conocimiento científico y académico. Estructura que se determina por un claro establecimiento de los roles de cada una de las personas que intervienen en el proceso de edición desde el inicio hasta la publicación el artículo:  llamada, admisión recepción, gestión de manuscritos, revisiones, correcciones, edición, publicación y difusión. Colaboración en tanto que la revista debe contar con una comunidad científica, en la que se ha de incluir avales y apoyos internacionales. Esto es, por una parte, investigadores, académicos, y profesionales vinculados al enfoque de la revista, como Comité Científico, Consejo de Revisores, que confieran la credibilidad necesaria para la innovación y el avance científico de lo publicado. Y, por otra, Consejo Técnico, que se responsabiliza de la concreción del formato de la publicación y su posterior difusión y la visibilidad. Transparencia en la gestión de todo el proceso y en los distintos: claridad y objetividad de la temática, visibilidad de las normativas, accesibilidad del procedimiento de envío, cumplimiento de los plazos, criterios de calidad y respeto del código ético.

El editor debe ser capaz de promover contribuciones sugerentes, adecuadas a las necesidades y retos del campo, en consonancia con las vetas del saber y la temática de la revista. Y debe hacerlo buscando el equilibro entre lo novedoso, lo original, lo relevante y lo significativo para los lectores de la publicación. En este sentido, el contacto con investigadores y académicos de relevancia en el ámbito temático de la revista es fundamental como garantía del rigor y actualidad de los de los trabajos que puedan publicarse. De ahí el planteamiento de los monográficos o call con los que se busca atraer los mejores trabajos y de mayor impacto, garantizando un número constante y suficiente de artículos.

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Manuscritos: la estructura de un artículo de revisión

https://doi.org/10.3916/club-de-editores-032

En la actualidad, la producción científica ha generado un cómputo de manuscritos y formatos sin precedentes que, en su amplio espectro de propuestas y formatos, encuentran modelos más y menos consolidados. Entre ellos, observamos estructuras especialmente afianzadas, tal y como leímos en ‘Manuscritos: la estructura de un artículo de investigación’, y otras no tan arraigadas, pero igualmente aceptadas en las publicaciones internacionales. Para los Editores resulta esencial conocer estas estructuras que, hoy, más que nunca, adquieren un valor esencial para la fundamentación teórica: los artículos de revisión. En este compendio, podemos encontrar tres tipologías que se complentan entre sí: el artículo de revisión sistemática, el de revisión del estado del arte (narrativa), y el de revisión de síntesis con mayor evidencia. Véanse, a continuación, la estructura de estos formatos, así como sus diferencias.

Diferencias entre los tres modelos de artículo de revisión

La revisión sistemática pretende identificar, evaluar y sintetizar estudios individuales mediante un protocolo de análisis estricto basado en un modelo de información integrador, observacional y retrospectivo. Este rigor se basa en el estudio de fuentes de información valiosas y consolidadas (bases de datos, por ejemplo), que pretenden, mediante un proceso de exhaustiva rigurosidad, minimizar el sesgo documental. Este tipo de artículos, que agrupan resultados y cuestiones específicas de trabajos previos, aportan una propuesta añadida al compendio de resultados publicados, y pueden ser de corte cuantitativo (meta-análisis) o cualitativo. La estructura de esta revisión consta de: Introducción, Material y Métodos, Resultados y Discusión/Conclusiones (IMRyD). A diferencia de la revisión narrativa, este modelo centra su metodología en una estrategia de búsqueda que especifica criterios de inclusión y exclusión, así como otras cuestiones relativas a los objetivos, sesgos en la selección, validez de los estudios analizados, variabilidad entre los documentos, etc.

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