LLAMADAS: CALL FOR PAPERS

https://doi.org/10.3916/club-de-editores-014

Las revistas científicas entre sus prácticas editoriales realizan un importante esfuerzo por llegar a la mayor parte de la comunidad de investigadores internacionales a través de llamadas para el envío de artículos, práctica reconocida como “Call for Papers”.

El interés de los comités editoriales de las revistas se focaliza en lograr la máxima difusión de estas llamadas a autores, para lograr varios propósitos:

  1. Recibir los mejores artículos vinculados al enfoque de la revista
  2. Difundir el interés de la revista por mantener activa la producción de literatura científica.

Los comités editoriales a través de los “Call for Papers” impulsan la visibilidad de su revista como un referente en los temas de máxima actualidad científica, captando la atención de potenciales autores y aportando calidad y rigor científico a los diferentes ámbitos de conocimiento.

Información a incluir en el CFP

  1. Fechas de envío y de publicación del número
  2. Tópicos o temas a los que deben vincularse los manuscritos
  3. Definir si la llamada de artículos está vinculada a un tema monográfico específico o a la revista en general
  4. Incluir la normativa de la revista en la que se especifica cómo enviar el manuscrito y qué requisitos debe cumplir en cuanto a contenido y formato, tiempos establecidos en la revista para responder a los autores respecto a la estimación o desestimación del manuscrito enviado. Es primordial facilitar lo máximo posible el envío del artículo.
  5. Información de interés para autores respecto a los criterios de calidad de la revista.
  6. Información sobre la revista: equipo editorial, periodicidad de publicación, bases de datos y posición en la indexación de la revista, tasas de aceptación y rechazo

Dónde difundirlo

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Algunos consejos para editores

Los investigadores y académico, potenciales autores que enviarán su manuscrito a nuestra revista, reciben cientos de mensajes con CFP de revistas científicas, congresos, conferencias, eventos científicos, a través del correo electrónico o las Redes Sociales. Evidentemente, eso supone todo un reto para el Consejo Editorial, buscando que su mensaje cause el interés suficiente en el lector para que lo reconozca como interesante y lo lea. Ofrecemos a continuación algunos consejos para lograrlo:

  • La estética es fundamental. Mantener una estética uniforme en los diferentes envíos de CFP, para que la audiencia identifique la revista, pero modificando levemente el estilo. Destacar con formatos especiales aquello que queremos que el lector reciba en primer lugar y que le cause una buena impresión llamando su atención.
  • Personalizar el contenido del texto tratando de adaptarlo a los distintos públicos, redes o líneas de distribución, si bien se ha de tener en cuenta no contradecir la recomendación anterior.
  • Adaptar el formato del mensaje a los diferentes: web, blogs, correos electrónicos, Redes Sociales, newsletter, firma en los email del staff de la revista.
  • Publicar los Call for Papers también en formato vídeo, de buena calidad.
  • Elegir la fecha y hora de envío con la máxima precisión para causar el mayor impacto.
  • Si el CFP se difunde mediante correo electrónico, cuidar especialmente el “Asunto”, identificando el nombre de la revista e incluyendo un mensaje breve y que llame la atención de los autores y sea convincente, para que lean el mensaje completo y no pase desapercibido en la bandeja de entrada. La primera impresión es lo que cuenta.
  • Encontrar el equilibrio en la longitud de los mensajes. Los mensajes deben ser claros, precisos, breves y completos. Si es necesario añadir una información extra, es recomendable incluir links que lleven al lector a ampliar la lectura, para no agotar su interés con un mensaje excesivamente amplio. Se recomienda no abusar de las imágenes, especialmente en los mensajes enviados por correo electrónico, puesto que muchas organizaciones no permiten su visibilización.
  • Implicar a los miembros de los Comités Científicos y a los Revisores en la difusión del CFP.

Métricas a Nivel de Artículo, las revistas deben colaborar con la causa

https://doi.org/10.3916/club-de-editores-013

Una de las responsabilidades de una revista, con relación a sus autores, es la de proporcionar datos que revelen la actividad de los artículos que publica. Habitualmente, las revistas han presentado los datos de manera agregada, al nivel de las revistas. Las Métricas a Nivel de Artículo (ALMs Article Level Metrics) pretenden desagregar todos esos datos y ofertarlos por artículo, aprovechando las posibilidades de las plataformas digitales de revistas (Journal Management Systems). Estos datos son importantes para las propias revistas pues les permite obtener una información muy valiosa sobre el uso, repercusión y distribución de cada uno de los trabajos que publican y por tanto de su papel como entidades evaluadoras y difusoras de trabajos. No obstante, es especialmente útil para los autores, pues estos datos son un reflejo de la calidad de los trabajos que pueden ser (y deberían ser) usados en procesos de evaluación.

Una de las revistas pioneras en ofrecer estos datos fue Plos One (2005) que entre muchas novedades incorporó una plataforma de gestión que aprovechaba al máximo toda la información que los usuarios registraban y la repercusión de los artículos en otras plataformas (Tabla 1). De hecho, es común que se usen las métricas tradicionales de citas, con las métricas de uso web y en conjunción con métricas alternativas. Sin embargo, estas métricas fuera de contexto no tienen una medida para ser comprendidas, las métricas tienen que estar contextualizadas, relativizadas en el tiempo y en el espacio, es decir, que las citas de un artículo se deben poner en relación con las del conjunto de su revista o su categoría en el número o el año en que se publicó. Para ello, existen productos como Incites (Web of Science) o SciVal (Scopus).

Tabla 1. Métricas a Nivel de Artículo registradas por Plos One (2005)

¿Por qué las Métricas a Nivel de Artículo son importantes para la evaluación científica?

La evaluación científica del profesorado español se basa principalmente en la valoración de las publicaciones según la calidad de los medios en los que se publica, se aproxima la calidad del artículo a la calidad de la revista que lo publica. ¿Por qué? Básicamente porque apenas había información que nos ayudaba a situar la relevancia de cada trabajo, especialmente de los recién publicados. Por ello, se asumía (y asume) que publicar en una revista de calidad implicaba «competir» y “ganar” a otros trabajos para poder publicar, pues existe una relación directa entre el impacto de las revistas y sus tasas de rechazo. Por cierto, esto ya no es así con las MegaJournals, donde la competitividad por publicar teóricamente desaparece.

Es decir, que se evalúa un trabajo por la presencia de una revista en ciertas bases de datos y los indicadores promedio (Factor de Impacto, CiteScore, Scimago Journal Rank) que se genera, lo que provoca una gran desigualdad, pues sabemos que unos pocos trabajos reciben la mayor parte de las citas que posicionan a las revistas y en cambio la mayoría de los trabajos pasan sin pena ni gloria. Dicho de otra forma, un trabajo se evalúa por asociación con la calidad del medio que lo publica. ¿Qué proponen las Métricas a Nivel de Artículo? Algo simple, evaluar un trabajo de forma directa según indicadores, principalmente las citas, que han generado el propio trabajo poniéndolos en relación con el conjunto. Los indicadores a nivel de artículo son mucho más fiables y justos.

Por ejemplo; el siguiente trabajo de Andreu Casero publicado en la revista amiga “El Profesional de la Información” obtiene un número de citas elevado (16 citaS). En principio la revista EPI estaba situada en el segundo cuartil de la categoría “Library and Information Science” posición 43 de 88. Sin embargo el artículo es uno de los trabajos más citados de la revista. InCites (Web of Science) nos indica que le trabajo recibe 5.28 veces más citas que el promedio de artículos publicados en EPI en 2017. A la vez, recibe 4.61 veces más citas que los artículos publicados en el área (Library & Information Science), por lo que si ordenásemos los artículos de esa categoría ese año de más citado a menos citado el artículo escrito por Andreu Casero se situaría en el percentil 3, o dicho de otra forma; ¡este trabajo está en el 3% más citado de su categoría!

Las revistas deben preocuparse por facilitar los datos de uso de los trabajos que publican, así como de buscar otros datos como las citas en distintas plataformas y a ser posible los registros altmétricos, pero como decíamos al principio, estos datos hay que contextualizarlos para poder darles valor. Por ejemplo, esta semana, hemos publicado en Comunicar las citas relativizadas de los artículos, al objeto de que sirvan a los autores para justificar mejor la calidad de sus trabajos en convocatorias como la de Sexenios de Investigación. Sólo con la colaboración de las revistas podremos evolucionar en nuestra forma de evaluar y medir algo más cercano a la realidad, objetivo de todo proceso evaluativo.