Los centros educativos son instituciones que propician la generación de conocimiento y la formación de una ciudadanía participativa. Esta realidad, unida al evidente potencial de las tecnologías digitales, puede ser el escenario perfecto en el que analizar la sociedad del futuro.
En el artículo Prácticas educativas para transformar y conectar escuelas y comunidades, sus autores abordan proyectos “bottom-up” llevados a cabo en centros de secundaria públicos de Noruega, Chile y España en los que, implicando a profesorado, estudiantes, familias y otros agentes de la comunidad educativa, se abordan problemáticas sociales contemporáneas, poniendo en valor el papel transformador de las escuelas.
En el texto, publicado en el número 66 de la Revista Comunicar, los profesores Ola Erstad (Noruega), Raquel Miño (España) y Pablo Rivera-Vargas (España), subrayan que las iniciativas analizadas parten de preocupaciones compartidas sobre problemas que afectan a los agentes implicados: violencia, discriminación, estereotipos…Y, por supuesto, coinciden en que las tecnologías digitales desempeñan un papel fundamental en términos de conectividad.
Aunque este trabajo concluye que aspectos como la xenofobia, las desigualdades sociales y la violencia de género son fenómenos que van mucho más allá de los centros educativos, es cierto que su análisis dentro de ellos contribuye a que las generaciones más jóvenes tengan la oportunidad de pensar qué tipo de sociedad desean crear para el futuro.
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