El confinamiento obligatorio por COVID-19 hizo que las familias tuvieran que reestructurar su dinámica cotidiana en cuanto a hábitos, actividad laboral, desplazamientos y similares. En consecuencia, las familias con niñas y niños en edad escolar quedaron fuertemente condicionadas cuando se interrumpieron las clases escolares. En el nº 70 de Comunicar, se aborda un estudio del tema en el artículo Percepción de las familias sobre el desempeño escolar durante el confinamiento por COVID-19. Se trata de una investigación llevada a cabo por la Dra. Noemí Serrano-Díaz (Universidad de Cádiz), la Dra. Estíbaliz Aragón-Mendizábal (Universidad de Cádiz) y la Dra. Rosario Mérida-Serrano (Universidad de Córdoba).
Con motivo del confinamiento, para no interrumpir el proceso educativo y asegurar la continuidad del mismo, el aprendizaje en las aulas se trasladó al hogar. El formato de enseñanza on-line devino en una enseñanza remota de emergencia en los hogares, quedando a expensas de los recursos digitales, sociales, estructurales y culturales de cada familia. En resumidas cuentas, los pequeños fueron desprovistos de elementos y condiciones necesarias para el pleno bienestar físico, social y emocional.
El objetivo del estudio busca conocer el impacto que ha supuesto en los niños y niñas (de 3 a 12 años) el período de confinamiento en el aprendizaje en casa y su aprovechamiento, las relaciones familia-escuela y el impacto socioemocional en los y las menores. Mediante una metodología cuantitativa de tipo ex post facto se sirven de una muestra de 529 participantes. Concluyen con el papel fundamental de la creación de lazos fluidos de comunicación y cooperación entre familia y escuela siendo, de hecho, la variable de mayor peso en la explicación del rendimiento durante el proceso de aprendizaje llevado a cabo en los hogares durante el confinamiento obligatorio por COVID-19.