En la última década ha cobrado fuerza el discurso sobre la igualdad de género en todo el mundo; sin embargo las cifras aun reflejan que falta mucho por hacer, especialmente en el contexto latinoamericano.
El informe Brechas de Género en América Latina, de la CAF- Banco de Desarrollo de América Latina, señala como algunas de las razones para este rezago: una menor participación de las mujeres en el mercado laboral, el trabajo informal, la limitada participación en espacios de toma de decisiones, el crecimiento de hogares monoparentales liderados por mujeres, responsabilidades familiares dispares en relación a sus parejas, pero principalmente la falta de políticas públicas que promuevan un mayor acceso de las mujeres a la educación y su posterior ejercicio profesional.
El informe sostiene que existen brechas en los aprendizajes entre hombres y mujeres de la región, lo cual se asocia con la selección de alternativas para la educación superior, así como a la baja participación de las mujeres en carreras relacionadas a ciencias, tecnología, ingeniería o matemáticas.
Al respecto, las estadísticas de la UNESCO señalan solo un 10% de las mujeres que acceden a estudios superiores en América Latina lo hacen en carreras de ingeniería o de tecnologías de la información, frente a un 33% de hombres.
Otro informe, Women In Science de la Unesco, muestra un 44% de mujeres con acceso a doctorados, de las cuales solo un 29% se dedica a investigación, mientras que del 55% de hombres con estudios de doctorado más del 80% se dedica a investigación. El sector público y la academia son los principales entornos donde las mujeres realizan investigación, mientras que en el sector privado está vinculado más del 80% de hombres.
Adicional a ello el eAtlas de la Desigualdad de Género en la Educación de la Unesco, sostiene que las brechas tienden a aumentar con los niveles más altos de educación en muchas regiones y países de Latinoamérica y el mundo, las mujeres “representan menos del 30% de los investigadores del mundo”.
Asia central, así como América Latina y el Caribe, tienen la mayor proporción de mujeres investigadoras, con un 45%. En contraste, la participación cae a 19% en el sur de Asia. Pero hay algunas excepciones a nivel de país. Las mujeres investigadoras superan en número a los hombres en: Argentina, Armenia, Azerbaiyán, Bolivia, Georgia, Kazajstán, Kirguizstán, Letonia, Lituania, Myanmar, Nueva Zelanda, Panamá, Tailandia, Trinidad y Tobago, Túnez y Venezuela.