• Referencia bibliográfica: Martínez-Salanova Sánchez, E. (2017). Educomunicación. El cine para educar. Los pintores en el cine (I).Aularia, 6(2) Julio. pp: 1-10.
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El cine ha contado y expresado el arte pictórico y a sus protagonistas
El cine compendia y se basa en todas las artes. Más que ninguna otra las utiliza, trasvasa y recrea, necesita de ellas, las mejora y las difunde. Sin la literatura y los escritores, sean de novela, cuento, guión o poesía, el cine no tendría argumentos. Sin la fotografía, la pintura, la escultura y la arquitectura, no tendrían soporte estético ni justificación teórica. Sin la música y la danza, la luz o el color no podría expresarse en su plenitud. Sin las ciencias, la física y la química, la tecnología o la informática, el cine no tendría base material en que sustentarse. El cine, además, conduce a la tecnología hacia el arte, reproduce la luz y el color y eleva el movimiento y el ritmo a las alturas de las artes llamadas «nobles», para generar la fantasía, la ficción y la realidad.
Además, un gran número de técnicas y artesanías (la peluquería, la electrónica, la iluminación, la sastrería…), alguna disciplina científica (óptica y geometría, por ejemplo) y el resto de las artes, confluyen en buena medida en la realización de una película, a la que debe añadirse el arte dramático, la interpretación de los actores, la imaginación o la fuerza creativa del trabajo en grupo. Todas las disciplinas científicas, técnicas y artísticas, mas todos los esfuerzos profesionales y personales, participan directamente en un día cualquiera de rodaje.
Y al mismo tiempo, el cine devuelve a la sociedad sus productos, ideas, artesanías, paisajes, historias, dramas, colores, dramatizaciones, inventos… Por esa razón el cine no puede ni debe faltar en los planteamientos y contextos educativos.