Hace unos días, escribíamos a Eduardo Aguado López con el objeto de comunicarle nuestra intención de convertirlo en socio de honor de Comunicar. Su respuesta no nos defraudó; aceptaba tal honor siempre y cuando fuese compartido con las personas a las que dirige y con las que forma equipo en Redalyc. Valga este pequeño ejemplo para medir la altura humana de nuestro nuevo socio.
¿Cómo explicar qué es Redalyc y su valor para poder entender y valorar la colosal tarea de Eduardo?
Redalyc se crea en el año 2002, en un momento en el que las revistas científicas estaban cambiando su modelo al digital. Como es habitual, fueron las revistas anglosajonas aquellas que estaban liderando estos cambios y el resto ni siquiera se podían permitir el lujo de tener algo más que una web plana. Ante esta perspectiva, muchas universidades crearon sistemas propios que diesen cobertura a sus propias revistas, pero la Universidad Autónoma del Estado de México fue un paso más allá, creó un sistema propio y permitió a cualquier revista beneficiarse de ello en una apuesta clara por la democratización del conocimiento.
En pocos años, Redalyc se ha convertido en líder regional, evolucionando hasta transformarse en una plataforma referente en servicios de información científica, prestando un servicio impagable a la comunidad, especialmente a editores de revistas y por supuesto, permitiendo a la comunidad global beneficiarse de la producción científica creada sin perjuicio de las limitaciones económicas o tecnológicas de sus productores, gracias a que Redalyc les ha permitido salvar este escollo con dignidad. Redalyc está liderando la edición científica de la ciencia iberoamericana.
Además, Redalyc, su director y el personal que lo forman, se han convertido en referentes académicos, acogiendo y formando a editores e investigadores del área, multiplicando el buen hacer y la filosofía fraternal que el producto persigue. Por fundar y dirigir este proyecto y porque Comunicar tiene mucho que agradecer a Eduardo Aguado, se le ha impuesto el distintivo de socio de honor 2017, insignia perenne tributo a la gran labor que ha hecho y sigue haciendo en favor del avance de la comunicación científica en iberoamérica.