Utilizar las herramientas tecnológicas que conforman el ecosistema mediático se convierte en una necesidad imperante hoy en día. En este contexto nativos, inmigrantes, visitantes y residentes digitales han de desarrollar las habilidades que les capacitan para recibir y producir contenidos adecuadamente. Por ello resulta fundamental el aprendizaje que les empodere para el correcto desarrollo de esta tarea.
En este sentido surgen los programas intergeneracionales a través de los cuales se busca la construcción de relaciones, la promoción del conocimiento y la cooperación entre personas de diferentes edades. Para ello el profesor Mariano Sánchez de Granada y los estadounidenses Matthew Kaphlan y Leah Bradley en su investigación titulada, “Usando la tecnología para conectar las generaciones: consideraciones sobre forma y función”, publicada en Comunicar 45 muestran los resultados derivados de su interesante estudio.
Según arrojan los datos, las herramientas y servicios tecnológicos ayudan a los mayores a mantener la conectividad y permiten a los más jóvenes la adquisición de habilidades al tiempo que favorecen su empleabilidad. De forma general, según apuntan los autores en este interesante trabajo, favorecen la comunicación de las familias en la distancia aunque no hacen posible la construcción de relaciones que permitan el «high touch» o «alto contacto».